El 31 de agosto se reprodujo un raro fenómeno, no tan raro e imprevisible como el reventón de Los Chorros pero muy poco frecuente. Y también espectacular, con una espectacularidad diferente de la del reventón.
El Mar de Niebla tiene una espectacularidad plácida, mientras que la del reventón es una espectacularidad potente y salvaje. Yo me quedo con los dos fenómenos.
Para descansar de tanta celebración, concierto y cultura y, antes de volver a trabajar en lo que resta por publicar, os ofrezco estas imágenes relajantes.
Como es de corta duración está con más resolución de lo habitual, así que aconsejo verlo a pantalla completa.
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